23 de enero de 2009

Ay! de nosotros Haydee... I

Han pasado algo mas que meses y años para recordar tu nombre de manera misteriosa como me ocurrió hoy mientras llegaba a mi casa, siempre creo que los buses son un "médium" para la reflexión profunda de las personas que vienen y van por todo Lima recordando sus historias y las cosas que nunca les sucedieron y hoy fui víctima de ello , fue quizá una terminal nerviosa y alterna de mis recuerdos, una pulsión extraordinaria que me llevo a recordar la noche cualquiera en bajamos las escaleras y eras una perfecta desconocida que no dejaba de llamar la atención con sus sensualidad en el salón de clases de la academia me sonreíste y preguntaste mi nombre y por como me fue hoy... mire a mis costados y pensé que era la burla mas terrible que habría de sufrir en ese verano traidor del 2005, me preguntaste y dije tres cosas soy Jhonatan...todo bien... (aun atónito claro) me preguntaste por mi, hasta ese entonces, famosa relación de salón de clases y decías que ella te parecía muy tierna, lo decías con esa voz infantil que me paralizo y me minimizo al instante la que me llevo a pensar en tu edad, tu vida, tu forma de ser, todo lo inmediatamente clásico que aborda una mente confundida de 18 años ... ¿donde estabas hasta ese entonces?.

Pasaron las cosas que ahora no tendrían sentido explicar, pasaron las pocas palabras que hasta ahí pudimos cruzar, paso el tiempo y sus saña terribles con lo jóvenes que somos (y eramos) y que era nuestro alrededor, fue el bendito examen de admisión, la vida rápida en la que gastamos todo lo posible por "hacer lo mejor" fue lo que ahora me doy cuenta que es difícil explicar por ese torbellino que nos arrastro a todos y todas y que nos reuniría, seguramente, en un momento menos pensado.

Fueron las casualidades, esas de las que acostumbro hablar, la que me llevaron a verte después del verano en el desarrollo del año en esa "eterna preparación" entre libros, almuerzos apurados, anocheceres y amanecidas que cobrarían sentido meses y semanas mas tarde en una banca de la universidad, verte era, como decía, cuestión de casualidad y era el mundo pequeño y así aprendí a llamarlo al saber que estabas vinculada a otros amigos que fui conociendo en el claustro académico ya casi un pandemónium de sueños cada vez mas desquiciados y juveniles que se confundían a toda hora en el Jr. Huancavelica, fue una sorpresa verte y que me reconocieras entre la multitud de rostros solo para darme un saludo y también decirme ¿como te ha ido? mi reacción atónita, mi tendencia a sentirme minimizado, mis dos palabras y mis tontas invenciones para hacer prolongada la charla buscaban un sentido mayor, seguía siendo tu sensualidad, tu voz infantil y la forma en que fumabas un cigarrillo mentolado, algo nuevo que descubrí y que me dio paso a seguir queriendo conocerte, aunque esto nuevamente se convierte en las tentativas de una mente de 18 tímida ha hacer lo incorrecto... ¿donde estabas hasta entonces?

Fue la incertidumbre y la sorpresa, las ansias y lo inexplicable caprichoso del destino "casi casi" el termino final de ese torbellino que arrastraba los sueños juveniles en el claustro académico, casi un pandemónium y que se develo en un listado, en un sopa de nombres apellidos y números que nos harían sonreír o llorar, angustiarnos y maldecir los gastos económicos del año...quizá.

Tu tono infantil, tu sensualidad, tu forma de fumar un cigarrillo mentolado , tu firme sonrisa cuando hablas la misma de esa noche cualquiera en las escaleras del verano traidor, los hoyuelos de tu rostro mi interminable forma de describirte, fue una sorpresa verte en la facultad

- ... !Hey¡ ¿como estas? ¿que tal todo? que chevere que ingresaste...
- ... gracias ... que bueno saber que también estas aquí...

Siempre el después ... es viernes ... que raro ... no estoy tomando alcohol barato y la recuerdo muy bien...

(Continuara...)